BOLETIN DE PRENSA
Festival de Música Antigua
Evento: Exposición de pintura
"EL COLOR DE LA MÚSICA" de Javier Pérez-Duarte
Patrocinada por el Instituto Municipal de Cultura de Querétaro
Santiago de Querétaro, Qro.
Inauguración: noviembre 22 de 2002
Galería Rosario Sánchez de Losada
¿Quién puede atrapar el color de la música,
detener la danza de sus destellos, fijar sus tonos?
El pintor se convierte en un mago,
un traductor de realidades capaz de hacer
que la música salte sobre la tela,
nos sorprenda en cada mirada,
ilumine nuestros ojos con el sonido de sus colores.
Vista y oído bailan en espléndida armonía
al son de los trazos de Javier Pérez Duarte
(texto de Mariana Pérez Duarte Berra, escritora)
La música, con sus escalas y armonías... la pintura, con sus trazos y gamas de colores, nos producen emociones intensas al estimular el oído o la vista. Un concierto lo podemos disfrutar tan intensamente como la contemplación de un cuadro, pero ¿por qué no dejarnos rodear de notas y colores al mismo tiempo para deleite del espíritu?
Confundir sensaciones es una desarreglo físico denominado "sinestesia". Así hay personas que "ven" los olores o los sonidos, sin embargo para los amantes del arte (sean creadores o espectadores) la sinestesia es una virtud que multiplica el gozo estético al fundir sensaciones visuales con las auditivas o sensoriales. Algunas expresiones del arte han adoptado el concurso de dos recursos artísticos para enriquecer a los sentidos, como la danza, la ópera, etc.
El Instituto Municipal de Cultura de Querétaro nos invita a experimentar esa sensación múltiple en ocasión del Festival de Música Antigua.
La exposición que se presenta a partir del 22 de noviembre próximo, "EL COLOR DE LA MÚSICA", en la galería Rosario Sanchez de Losada con la obra reciente de Javier Pérez-Duarte, es un acercamiento más al romance platónico que viven desde tiempos lejanos la música y la pintura.
La música y la pintura han vivido siempre una fascinación mutua. Ha existido una curiosidad o interés de la una por la otra, quizás como un deseo de complementariedad ya que por la naturaleza de su esencia (ondas sonoras y pigmentos) no se pueden unir. Las expresiones modernas "audiovisuales" son resultado pasajero de esa fascinación. Sin embargo, ¿cuántas veces oyendo una pieza de música no nos hemos transportado por paisajes imaginarios? , ¿o cuántas veces, inmersos en un cuadro ante un paisaje o una escena romántica, no hemos añadido mentalmente la música de fondo que lo complementaría?
La música y la pintura han sido fieles compañeras en el largo viaje de la historia del arte: desde sus inicios primitivos hasta el barroco, pasando luego por los períodos clásicos y el romanticismo. El impresionismo en la pintura, a la par del impresionismo en la música son prueba reciente de esa búsqueda permanente de identidad. Del mismo modo, la pintura abstracta corteja a la música serial y disonante.
Para celebrar el Festival de Música Antigua que reúne varios eventos artísticos, se invitó a Javier Pérez Duarte, pintor y arquitecto, a exponer sus lienzos y cartones en los que la música ocupa un lugar importante. Los óleos que nos presenta tienen entretejida la música en sus telas. La música está presente en el fondo, mientras que los intérpretes o sus instrumentos son los actores en esta muestra. Si nos dejamos llevar, percibiremos el ritmo, la armonía, la tonalidad y la coloratura atrapados en los cuadros por el óleo y el aguarrás.
El artista, apasionado oyente de la música, participa en el homenaje a la música "antigua" y al arte de la laudería apreciados en Querétaro, presentando por primera vez, una serie de cuadros en los que se recrea la magia y misterio que rodeaban a los músicos medioevales.